Heinrich Böll. El honor perdido de Katharina Blum
La señora Lüding hace a su cocinera llamar a la secretaria de su marido, para aclarar qué le gustaría tomar de postre el domingo: ¿Tortitas con semillas de amapola? ¿Fresas con helado y nata, sólo con helado o sólo con nata? A lo que la secretaria, que no quiere molestar a su jefe y conoce sus gustos, y que tal vez sólo pretenda sembrar cizaña, le aclara en tono mordaz que está segura de que el señor Lüding preferiría puding de caramelo con salsa crocante. La cocinera, que naturalmente también conoce los gustos de Lüding, le replica que esto es algo nuevo para ella, y que si la secretaria está segura de no confundir su propio gusto con el del señor Lüding, y que si no la puede comunicar con éste para preguntarle directamente a él lo que quiere de postre. A lo cual la secretaria, que acompaña ocasionalmente al señor Lüdig en sus viajes de negocios y que ha comido con él en hoteles, informa que cuando viajan juntos, él siempre toma puding de caramelo con salsa crocante. A esto replica la cocinera que el domingo el señor no va a estar de viaje con ella y que es posible que la elección del postre dependa de la compañía en la que se encuentra. Etc. Etc. Por último, se termina discutiendo largamente sobre tortitas con semillas de amapola. ¡Y toda esta conversación registrándose en cinta magnetofónica a costa del contribuyente! Y el que escucha la cinta, que naturalmente debe averiguar si se ha utilizado un código secreto anarquista, si con tortitas se quiere decir granadas de mano, y si helado con fresones tal vez signifique bombas, es probable que piense: Qué preocupaciones tiene esta gente; o bien: Estas preocupaciones también me gustaría tenerlas a mí. Porque es probable que se le acabe de escapar la hija de casa, o que su hijo haya caído en las drogas, o que hayan vuelto a subirle el alquiler. Y todas estas grabaciones se efectúan sólo porque en una ocasión amenazaron atentar contra Lüding. De este manera se entera un inocente funcionario por fin de lo que son las tortitas con semillas de amapola, él, a quien una sola de esas tortitas bastaría como comida del día.